A algunos les parecerá una tontería, pero cuando escribo, lo hago teniendo en mente a los estudiantes. No a todos, sino a una persona en concreto, real o imaginada. Esto hizo que cuando comencé a escribir las entradas me preguntase en qué género debería escribirla.
Según el Diccionario Panhispánico de Dudas, los desdoblamientos tipo los niños y las niñas «son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico». Coincido con la academia en que son artificiosos y entorpecen la lectura. Tampoco es correcto usar el femenino para aludir a ambos sexos.
Sin juzgar si esto me parece bien o mal, seguiré estas reglas al escribir las entradas. No obstante, esto no resuelve mi problema. ¿Qué hacer cuando me dirijo a los lectores, a ti, hombre o mujer?
La mayoría de textos que he leído con un estilo directo autor-lector, se dirigían a un hombre. Como en estos casos no lo percibo como neutro, he decidido escribir mis entradas dirigidas a un género u otro.
- Si eres mujer, estarás acostumbrada a leer textos dirigidos a hombres y solo a mujeres cuando se trata de un tema considerado femenino por la sociedad. Espero que leer algo dirigido a tu género directamente te ayude a conectar conmigo.
- Si eres hombre, piensa en cuántas veces nosotras hemos leído cosas dirigidas a vosotros sin sentirnos insultadas. No es un ataque, es una llamada a la igualdad. Muchas gracias por contribuir al cambio.
Soy consciente de que los micromachismos están por todas partes y probablemente también encuentres algunos leyendo este blog. Por eso, te estaré muy agradecida si me lo haces saber. Si tienes alguna otra sugerencia, házmela llegar.
