En esta entrada quiero contarte mi opinión sobre los dulces navideños españoles. Ten en cuenta que sobre gustos no hay nada escrito y esta es solo mi humilde opinión. Te animo a que los pruebes y decidas por ti mismo.
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Alimentación
Fechas señaladas en Navidad |
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Antes de leer
ACTIVIDAD 1. ¿Conoces los dulces de la fotografía? ¿Sabes cómo se llaman? ¿Los has probado? ¿De qué crees que están hechos? ¿Sabes cuándo se comen?
ACTIVIDAD 2. ¿Se hacen dulces parecidos en tu país? ¿Qué productos de pastelería son típicos en tu país? ¿Qué ingredientes llevan? ¿Cómo se hacen? ¿Tenéis dulces de Navidad?
La verdad sobre el roscón

¡Qué bien se come en España! ¡Qué gastronomía más rica y variada! ¡Qué orgullo! ¡Qué maravilla!
A riesgo de quedar como una aguafiestas, hoy te voy a contar mi opinión: en España no se encuentran buenos dulces. Vale, reconozco que alguno se salva, pero no es lo normal.
Me pasé la infancia y la adolescencia pensando que los dulces no eran santo de mi devoción. Repetía una y otra vez casi como un mantra: "Yo es que no soy muy de dulces; soy más de salado". En los cumpleaños, no comía tarta si era la típica comprada en la pastelería, hecha básicamente de un bizcocho que bien podría pasar por cartón untado de azúcar, nata y, si tenías suerte, una especie de mousse de chocolate que poco sabía a chocolate. Solo comía la tradicional "tarta de la abuela", hecha de galletas, crema de chocolate y natillas (también crema pastelera, nata o flan dependiendo de la receta que elijas).
¿Y en Navidades? ¿Qué se come en Navidades? En estas fiestas se le suele prestar bastante atención a la comida, tiramos la casa por la ventana y nos cebamos como cerdos camino del matadero. Así, en los días destacados, es frecuente ver una mesa llena de mariscos, jamón serrano, los mejores quesos y embutidos, carnes y pescados. Aun así, los dulces no son nuestro fuerte. No es de extrañar; aquí se tiende a poner demasiada comida en la mesa y para cuando llega el postre, ya has desabrochado el botón del pantalón.
A estas alturas ya sabrás que España es un país con una cultura gastronómica bastante variada y diferente entre las distintas regiones a pesar de su tamaño relativamente pequeño. Por eso, me voy a centrar en los más habituales según mi experiencia.
Los dulces navideños que encontrarás en toda casa española que se precie son el turrón, los polvorones y el roscón de Reyes.
El turrón
El turrón español es una mezcla de almendras, miel, azúcar y clara de huevo. En España, se pueden encontrar dos tipos de turrones:
- El turrón de Alicante o turrón del duro: aquel que las abuelas no pueden probar y los niños terminan chupando. Tengo que reconocer que el sabor de este turrón me gusta. Al fin y al cabo, no es más que comer almendras con un envoltorio dulce y duro (muy duro). La desventaja es que te arriesgas a estropear tu querida dentadura si quieres dar un buen mordisco a este dulce.
- El turrón de Jijona (Xixona) o turrón del blando: mismos ingredientes, distinta elaboración. En este caso, todos los ingredientes están integrados en la misma masa. Curiosamente, al mezclar los ingredientes, la percepción del sabor cambia. Además, a pesar de que no te hace perder un diente, la textura no me acaba de convencer.
En este vídeo puedes ver cómo fabrican los dos tipos de turrón: Así se fabrica el turrón (del programa Así lo fabrican de RTVE).
Según el video, ¿qué marca la diferencia en la calidad del turrón?
Los polvorones

Los polvorones son esos pequeños amigos indeseados que vienen a casa por Navidad, te gusten o no. Además, en muchas ocasiones, te acompañarán buena parte del año y solo te deshaces de ellos a base de las visitas que se los comen por compromiso cuando se los ofreces con el café.
No es que los polvorones estén malos de sabor; es que preferirías cualquier otra galleta en su lugar.
Los polvorones se suelen servir en la merienda a lo largo de las fiestas navideñas. No es un dulce que apetezca si no tienes un buen café o vaso de leche en el que mojarlo.
Por cierto, igual que las Girl Scouts y sus deliciosas galletas, aquí los niños venden polvorones para recaudar dinero (normalmente para pagar el viaje de fin de curso del colegio). Si estás familiarizado con la importancia de la familia en España, sabrás que no hay escapatoria: tendrás que comprar los dichosos polvorones.
¿La buena noticia? Son eternos. Si tienen una fecha de caducidad, créeme, es por compromiso.
Comer polvorones es como… ¿Cómo decirlo de forma suave? Es como comer un puñado de arena de la playa (te lo dice alguien que cató bastante arena cuando era pequeña). Si vas a la playa, encontrarás tres zonas en cuanto a arena se refiere: la seca, la húmeda y la mojada. La arena húmeda es la favorita de los niños porque es con la que se pueden hacer castillos y figuras por tener la consistencia perfecta. También tenemos las zonas intermedias, que es donde ubicamos la arena semihúmeda: consistente pero de textura seca. Pues bien, un polvorón es como la arena semihúmeda con azúcar. Te animo a probar ambos y comparar.
Si quieres divertirte un poco, puedes hacer el reto del polvorón y la canción. Solo tienes que meterte un polvorón entero en la boca, masticarlo un poco sin tragarlo y cantar una canción. El objetivo es que tus amigos adivinen la canción y que tú salgas vivo del juego (cuidado con las risas y los ahogamientos por polvorón).
El roscón de Reyes
Estoy bastante de acuerdo con este tuit: el roscón es un bocadillo de nata, pero con un pan malo y dulce. La masa del roscón más que al bizcocho se parece al pan. Es un pan de textura algo más suave y de sabor dulce. Tradicionalmente se rellena de nata, aunque últimamente verás otros tipos de relleno. Si lo compras en el supermercado, notarás la mala calidad de los ingredientes.
El roscón se sirve el 6 de enero, día de Reyes. Algunas familias lo toman el 5, víspera del día de Reyes. Otras personas lo compran en cuanto lo encuentran a la venta y lo consumen a lo largo de las fiestas. Honestamente, ¿por qué torturarse? ¿No tienes suficiente con una vez al año?
¿Por qué se mantiene esta tradición? Supongo que por la gracia de encontrar la figurita o el haba. Se trata de una tradición cruel según la cual si encuentras el haba en el roscón, tendrás que pagarlo. Al que encuentra la figurita se le considera afortunado. Es nuestra versión navideña y azucarada de la ruleta rusa.
Si, a pesar de todo lo dicho, te apetece probar el roscón (para gustos, los colores), no lo compres en el supermercado, por favor; hazlo en casa con esta receta (ROBINFOOD / Roscón de reyes + Chocolate caliente).
En definitiva, me encanta viajar y descubrir la gastronomía de otros lugares. España es un país muy rico gastronómicamente hablando que poco tiene que envidiarle al resto del mundo. Se come bien y, en ocasiones, hasta se abusa de la comida, con una excepción: los dulces. Esa niña española que no era muy de dulces sucumbió en más de una ocasión a las deliciosas tartas y pastelitos que fue encontrando en los países por los que pasó.
Si pasas por España en Navidad, no te dejes engañar por los nativos que quieren colocarte los polvorones del año anterior. Y si todavía tienes curiosidad, pruébalos, pero haz el reto del villancico y el polvorón con algún amigo para que tenga algo de gracia.
¡Felices fiestas y próspero año nuevo!
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- Tu experiencia con los dulces españoles: tus favoritos, los que no te gustan, los que te sorprendieron, los que quieres probar, etc.
- Tu experiencia en España o algún país hispanohablante en Navidad.
- Las costumbres navideñas de tu país o región.
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