Ideas importantes
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¿Te sientes perdido en tu aprendizaje de español? ¿Sientes que viajas sin rumbo? ¿Te sientes estancado? ¿Hace tiempo que no avanzas? En esta publicación vamos a ver algunas posibles causas de los periodos de estancamiento, cómo puedes sacar partido de ellos y por qué necesitas convertirte en un estudiante autónomo.

Antes de leer
ACTIVIDAD 1. Lee la cita de Isaac Asimov. ¿Estás de acuerdo? ¿Por qué?
“La autoeducación es, estoy convencido, el único tipo de educación que existe”― Isaac Asimov
ACTIVIDAD 2. Lee el título de la entrada y observa la imagen principal. ¿Qué tiene que ver la planificación de un viaje con el aprendizaje?
¿Hace cuánto que sientes que no avanzas con tu español? ¿Te sientes estancado y no sabes qué estás haciendo mal? Creo que todos los estudiantes de algún idioma hemos tenido esa sensación en algún momento de nuestra historia de aprendizaje.
Conozco de primera mano la impotencia que genera estar un tiempo prolongado en este estado.
Era el verano de 2011 cuando me decidí a mejorar mi nivel de inglés. Llevaba estudiando el idioma desde primaria y, ya en la universidad, no era capaz de mantener una conversación de forma fluida. Estaba estancada en el nivel preintermedio, pero, para ser sincera, no había estado estudiando más que para aprobar los exámenes del instituto. Pero esta vez iba a ser diferente.
Decidí pasar las vacaciones estudiando en una academia, hacer el examen en septiembre y viajar a París el día después, casi como recompensa tras un verano de duro trabajo, antes de empezar las clases de nuevo.
Empecé las clases con ilusión y decisión, pero pronto vino el estrés y la ansiedad. Estaba trabajando duro, dedicándole tiempo y esfuerzo, y no veía resultados; sentí cómo el mundo se me venía encima. «¿Cómo es posible? ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Seré una negada para los idiomas? ¿Acaso soy menos capaz que el resto de la gente que me rodea?», pensé en más de una ocasión.
Llegué a llorar antes de algunas clases. Te puedes imaginar las consecuencias que tenía para mi autoestima y para mi motivación alimentar este tipo de pensamientos.
Te acabas preguntando si eres tú el problema y si deberías tirar la toalla. Rindiéndome, al menos, podía sustituir la etiqueta de tonta por la de vaga, mucho más cómoda y fácil de aceptar. Cuando ni siquiera lo intentas, no puedes fallar y no duele, ¿verdad?
Podía ponerme mil excusas como «es que no tengo tiempo», «soy demasiado mayor para aprender a hablar un idioma con fluidez», «a algunas personas no se le dan bien los idiomas» o «yo es que tengo mala memoria». Pero, como estudiante de psicología, sabía que no eran más que excusas y autoengaño.
Al final de la entrada te contaré cómo terminó (si es que se puede decir que ha terminado) mi historia (de amor) con el inglés y los idiomas.
Antes me gustaría contarte algunas de las posibles causas de los periodos de estancamiento, cómo puedes sacar partido de ellos y por qué necesitas convertirte en un estudiante autónomo para superarlos y mejorar de una vez tu español.
Posibles causas de los periodos de estancamiento
Todos nos hemos sentido estancados en algún momento de nuestras vidas: en el colegio, en el trabajo, en una relación; no es una sensación agradable. De hecho, si se prolonga demasiado tiempo, puede llegar a ser incluso más angustiosa que un evento desagradable importante como un despido o una ruptura (suponiendo que estos no se prolonguen también más de lo necesario).
En mi experiencia, estos periodos de estancamiento han aparecido con más frecuencia en el área del aprendizaje de idiomas. Pero ¿qué hay detrás del estancamiento?
Los motivos que pueden estar causando esa sensación pueden ser múltiples y dependerán de tu caso en concreto. Aquí voy a intentar darte algunos de los motivos que han frenado mi aprendizaje del idioma en el pasado con la esperanza de que te sirvan a identificar los tuyos:
No tienes claro tu objetivo
Cuando estudiaba en la escuela y el instituto, me quejaba frecuentemente de que mi inglés no mejoraba. Por aquel entonces, le dedicaba tiempo y esfuerzo al estudio y, aun así, me sentía incapaz de mantener una conversación en el idioma.
¿Estudiaba con un objetivo? En parte. Mi objetivo era aprobar los exámenes, pero yo seguía queriendo hablar con fluidez (una competencia que no formaba parte del currículo). Sabía que saber hablar inglés me abriría muchas puertas tanto en el terreno laboral como en el terreno personal. Siempre había deseado viajar por el mundo y conocer lugares y culturas diferentes.

Sin embargo, mi objetivo con el idioma no estaba claro ni definido: ¿Qué significa hablar con fluidez? ¿Cuánta es suficiente? ¿Cómo se adquiere la fluidez? Por tanto, me limitaba a seguir un objetivo marcado externamente: aprobar exámenes; objetivo que, por otro lado, cumplía sobradamente.
No me entiendas mal; estudiar para un examen puede ser recomendable para subir de nivel en un momento dado. Además, hay exámenes que realmente merecen la pena y evalúan bastante bien tu competencia.
No obstante, tampoco puedes olvidar tener una meta más grande, como conocer de primera mano otras culturas o ver películas en versión original comprendiendo los matices. Una lengua nunca se deja de aprender y si tienes una meta, tus objetivos irán cambiando y adaptándose a tu situación de forma natural.
Tener una meta significativa y establecer objetivos bien definidos que te acerquen a ella es fundamental para planificar y notar cómo evoluciona tu competencia en el idioma.
Tu objetivo no es realista (o no lo sientes como tal)
He visto a estudiantes conseguir resultados impresionantes en poco tiempo y, sin embargo, seguir frustrados por no haber alcanzado el objetivo que se habían marcado. A mí también me ha pasado en alguna que otra ocasión.
En estos momentos, es importante tomar perspectiva del asunto y medir tu evolución real, no solo si has logrado o no el objetivo. Es crucial no dar más importancia a los objetivos de la que realmente tienen.
Además, vale la pena dejar a un lado la autocrítica destructiva, plantearse si el objetivo era o no realista, y diseñar un nuevo plan para el mismo o para un objetivo más adecuado (te recomiendo que leas la entrada Olvida el pensamiento positivo: consigue tus metas con esta técnica).
También es posible que tu objetivo sea realista, pero que no creas que lo puedes conseguir. ¿Qué crees que ocurre cuando no confías en tus capacidades? Si te sientes incapaz de hacer algo, puede que ni siquiera lo intentes o puede que lo intentes a medias buscando confirmar tu propia predicción. En el futuro, dirás «ya lo intenté y no funcionó».
No te preocupes, todos lo hemos hecho, pero si tu objetivo es realmente importante para ti, aprende a reconocer cuándo te estás autosaboteando. Como diría Yoda, «hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes».
Tu estrategia no persigue claramente tu objetivo

Si ya tienes una meta que te motive y un objetivo claro, ¿te has preguntado si tu estrategia persigue claramente tu objetivo?
Por ejemplo, hace dos años me propuse obtener un certificado de inglés con el objetivo de acceder a una beca de doctorado. Por supuesto, el certificado solo era uno de los muchos requisitos de la beca y entraban en juego otros muchos factores. En cualquier caso, tenía una meta y un objetivo claros:
META: seguir aprendiendo y vivir de ello.
OBJETIVO: entre otros, obtener el certificado de inglés.
Lo tenía claro. Además, sabía cuál era mi punto débil: la parte oral. ¿Cuál fue mi estrategia? En un principio, me apunté a clases de inglés en grupo dos días a la semana. Pronto me di cuenta de que no estaba progresando mucho. Después de tres meses, no me sentía preparada, a pesar de que dedicaba tiempo a hacer los deberes y a estudiar por mi cuenta. ¡Naturalmente! ¿Qué podía esperar? En clase, apenas había tiempo para hablar y había otros alumnos que también necesitaban esa práctica.
Evidentemente, mi estrategia no estaba alineada con mi objetivo. Me propuse analizar el problema y dar con una solución.
Si mi problema era hablar, tenía que hablar más. Mi estrategia cambió completamente: empecé a hablar conmigo misma en inglés, a hacer de 3 a 5 intercambios a la semana, contraté a un profesor privado en la misma academia en la que estaba y tenía clases en línea privadas de vez en cuando. ¿Resultado? En un mes mejoré mi inglés oral más que en toda una vida de clases grupales.
Por si tienes curiosidad, conseguí el certificado, pero no la beca de doctorado. Es un proyecto que no descarto en el futuro. Sin embargo, mi meta sigue intacta: seguir aprendiendo y vivir de ello.
No puedes medir tu progreso
Ya he dicho que tu objetivo tiene que estar claro y que puedas medirlo es una buena señal en este sentido.

Lo que ocurre cuando no determinas cómo vas a medir tu progreso es que no tienes una visión realista y, en consecuencia, es posible que sientas que no avanzas, a pesar de estar haciéndolo.
Además, cuando tu objetivo puede ser medido de manera objetiva, podrás elaborar una estrategia más clara. En algunos casos, tendrás que reformular tu objetivo para que sea claro y medible. También es posible que tengas que dividirlo en subobjetivos que sí se puedan medir.
Si tienes dudas de cómo hacer esto, te recomiendo que te preguntes "¿Qué significa para mí ________?".
Por ejemplo: ¿Qué significa para mí comprender a los hablantes nativos?
1) Que puedo seguir el argumento de una película sin subtítulos;
2) Que puedo asistir a una clase de otras materias en español y entender las instrucciones del profesor;
3) Que puedo tener una conversación de 15 minutos sin necesidad de aclaraciones lingüísticas.
Si necesitas definirlo aún más, sigue preguntando. Por ejemplo: ¿qué significa que puedo seguir el argumento?
Que aunque no entienda todas las palabras, sería capaz de hacer un resumen de 250 palabras sobre la película.
Sé creativo y específico con tus respuestas.
No le estás dedicando tiempo y esfuerzo
¿Poniéndote excusas? ¿Desde cuándo no le dedicas al español el tiempo que te gustaría?
Merece la pena aprender sobre productividad, técnicas de planificación y establecimiento de objetivos, pero siempre vas a necesitar tiempo para poner en marcha la estrategia.
No necesitas dedicación completa para mejorar, pero sí que necesitas compromiso. Puedes empezar con 15 o 30 minutos de lunes a viernes y asegúrate de aprovechar bien el tiempo que pasas estudiando.
No estás trabajando en tu nivel

Es fundamental que dediques tiempo a encontrar los materiales adecuados para tu nivel. Si el estudio te resulta demasiado fácil, no aprenderás mucho durante las sesiones e incluso puede resultarte aburrido. Por el contrario, si es demasiado difícil, acabarás agobiado y desmotivado. Encuentra el material adecuado y saca el máximo partido de él.
Te has quemado
Por último, es posible que le hayas dedicado mucho tiempo y esfuerzo, que hayas estudiado de manera intensiva y tu cerebro ya no da a más. Todos tenemos un límite y, en estos casos, hasta que no descanses, no serás capaz de retomar los esfuerzos y conseguir resultados.

Cómo sacar partido del estancamiento
Puede que hasta ahora hayas pensado en el estancamiento como algo malo. Es natural; al fin y al cabo, no queremos quedarnos ahí. No obstante, los periodos de estancamiento son naturales y pueden ser una señal de que necesitas un cambio.
Acéptalo
En primer lugar, tienes que aceptar que es natural sentirse estancado en algún momento. No te dejes hundir por el sentimiento de no estar avanzando a la velocidad que lo estabas haciendo.
Los cambios de ritmo son normales y, en mi opinión, necesarios. Si estabas estudiando y aprendiendo de forma intensiva, vas a necesitar un tiempo para que todo el conocimiento se asiente. Deja al margen los miedos y las frustraciones, y acepta que no has dejado de aprender, simplemente necesitas un cambio.
Es una señal
Es posible que los materiales que antes te funcionaban ahora no tengan mucho que ofrecerte. Es posible que te hayas aburrido del formato y necesites un cambio de aires o, incluso mejor, puede que hayas subido de nivel y sea hora de adaptar tu estudio a tus nuevas competencias en el idioma.

Cambio de materiales
¿Estás dedicando demasiado tiempo al estudio y has olvidado utilizar el idioma? Es hora de tomar un descanso y empezar a divertirse. Puedes empezar alguna actividad en la que tengas que utilizar el idioma.
¿Has pensado en asistir a intercambios de idiomas informales en algún bar de tu ciudad? ¿Qué me dices de ver una película sin preocuparte de lo que no entiendes? ¿Unirte a un club de lectura en español? ¿Aprender tu canción favorita?
Hay muchas cosas que puedes hacer para practicar español sin estudiar directamente. Intenta encontrar las actividades que realmente te motivan y hazlas en español.
Deja de estudiar y diviértete en el idioma

¿Estás dedicando demasiado tiempo al estudio y has olvidado utilizar el idioma? Es hora de tomar un descanso y empezar a divertirse.
Puedes empezar alguna actividad en la que tengas que utilizar el idioma. ¿Has pensado en asistir a intercambios de idiomas informales en algún bar de tu ciudad? ¿Qué me dices de ver una película sin preocuparte de lo que no entiendes? ¿Unirte a un club de lectura en español? ¿Aprender tu canción favorita?
Hay muchas cosas que puedes hacer para practicar español sin estudiar directamente. Intenta encontrar las actividades que realmente te motivan y hazlas en español.
Toma un descanso

Descansar es una opción válida. A veces, es lo único que necesitamos: una semana/mes para recargar pilas y volver al trabajo. Desde que incluí el estudio de idiomas en mi vida diaria, he necesitado tomar varios descansos.
Para mí, una semana suele ser suficiente para volver despertar mi motivación, pero depende del momento y de la persona. No subestimes el poder de un buen descanso, especialmente en lo que se refiere al aprendizaje.
En definitiva, si hace tiempo que no avanzas en tu aprendizaje, necesitas un cambio. Aprovecha para preguntarte qué está pasando y cuáles son tus necesidades.
Si necesitas un descanso total, no te sientas culpable. Ponte un límite máximo (una semana, un mes, tres…) y vuelve a retomar tu planificación. Esto ayudará a asentar tus conocimientos y a volver al estudio con la mente fresca y despejada.
Por qué necesitas convertirte en un estudiante autónomo
He hablado de los factores que podrían estar causando la sensación de estancamiento y cómo pueden ser una señal de que necesitas cambiar.
Pero no estoy hablando de hacer cualquier cambio, sino de hacer el cambio que tú necesitas. Para ello tienes que preguntarte quién está guiando tu aprendizaje. ¿Viajas a la deriva, sin rumbo, sin brújula y sin timón? ¿O acaso viajas en el barco de otro capitán y a sus órdenes?
En cualquiera de los dos casos, puede que no llegues al puerto que quieres llegar, suponiendo que sí tienes claro este punto.
La solución es encontrar tu rumbo, comprar una brújula, construir un timón para tu barco y empezar a actuar como un verdadero capitán. En definitiva, quiero que te atrevas a tomar el control de tu galeón y comiences tu travesía. No te voy a engañar: el viaje que ahora emprendes no va a terminar (siempre hay algo nuevo que aprender para aprender mejor), pero te aseguro que merece la pena.
Dejando a un lado las metáforas, lo que quiero decir es que es el momento de que te conviertas en un estudiante autónomo para empezar a aprender lo que realmente necesitas y de la forma más adecuada para ti.
Como estudiante autónomo serás capaz de identificar estos periodos rápidamente y aplicar las estrategias más apropiadas para seguir avanzando en tu aprendizaje.
Un estudiante autónomo es aquel que se hace cargo y se siente en control de su propio aprendizaje. Para ello, aprende sobre el proceso de aprendizaje en sí mismo y las acciones que puede tomar para mejorar su experiencia de aprendizaje.
Esto implica aprender sobre muchos temas: psicología del aprendizaje, gestión del tiempo, gestión del espacio, establecimiento de metas y objetivos, estrategias, métodos, etc.
También implica cierto grado de introspección, ya que, por mucho que aprendas sobre los procesos de aprendizaje, deberás encontrar tu propio camino: tu motivación, tu meta, tus objetivos, tus necesidades, tus estilos de aprendizaje, tus fortalezas y tus debilidades; para explorar, experimentar y, finalmente, adoptar lo que funciona para ti.

Mi historia de amor y conclusión
A lo largo de mi historia de aprendizaje he pasado por muchos periodos de estancamiento. El que te describí en la introducción solo es un ejemplo. En general, se caracterizaban por el cansancio, la desmotivación, la sensación de falta de control y pensamientos autodestructivos.
Desde que decidí tomar las riendas de mi propio aprendizaje, he pasado por algunos periodos de estancamiento. No obstante, no han durado mucho y he sentido que podía recuperar el control cuando quisiera.
De hecho, no creo que pierda el control en estos momentos, sino que lo que antes funcionaba ha dejado de tener resultados visibles. En algunos momentos, necesitaba un respiro y me limitaba a mantener algunas actividades divertidas en el idioma. Pero sabía que, cuando estuviera lista, podía salir de ese estado, volver a trabajar duro, marcarme objetivos, perseguirlos y regular mi propio aprendizaje.
El cansancio llega después de periodos de estudio intensivo; que, por otro lado, son muy útiles para saltar de un nivel a otro. La desmotivación, también, pero analizo la situación y mis necesidades y tarda poco en volver. Los pensamientos destructivos pueden aparecer, pero los acepto como algo natural y no los alimento; sé que son opiniones del momento, no verdades.
Ya no solo estudio inglés, estoy orgullosa de haberme atrevido con el japonés y el polaco. Disfruto muchísimo estudiando y usando los diferentes idiomas. Puedo decir que estoy enamorada. Los periodos de estancamiento siempre llegan, pero mi visión ha cambiado y estoy dispuesta a aceptarlos y hacer un cambio.
Si no sabes por dónde empezar, empieza por lo básico: toma la decisión de decidir sobre tu propio aprendizaje. Has estado mucho tiempo persiguiendo los objetivos que otros marcaban por ti. Ya es hora de que tomes cartas en el asunto y te conviertas en un verdadero estudiante autónomo.
¿Qué me dices? ¿Te sumas a la aventura?
Ideas importantes
- Las causas del estancamiento pueden ser varias: falta de claridad en tu objetivo, objetivo poco realista, estrategia poco adecuada, imposibilidad de medir los progresos, falta de dedicación, nivel inadecuado o sobreesfuerzo sostenido.
- El estancamiento en el aprendizaje es algo natural; acepta que va a ocurrir.
- Cuando aparece el estancamiento es una señal de que debemos hacer un cambio.
- Los cambios para salir del estancamiento dependerán de la situación; puede que simplemente necesites descansar o cambiar de materiales.
- En cualquier caso, para salir del estancamiento cuando aparece, necesitas convertirte en un estudiante autónomo que se hace cargo de su propio aprendizaje.
Palabras y expresiones
Después de leer
Tarea
¿Has pasado por periodos de estancamiento? ¿Cómo has salido de ellos? ¿Qué consejos darías a una persona que se siente estancada en su aprendizaje de español? Escribe un comentario contando tu experiencia.
Aprender una lengua extranjera es un camino muy largo. Tal vez nunca vas a poder hablar como un nativo, pero si sigues cada día con tus estudios vas a acercarte paso a paso a tu meta. Disfruta de tu viaje diario.
Me encanta tu reflexión, Björn. Como en todo viaje, es normal encontrarse con obstáculos en el camino, pero lo importante es seguir adelante y disfrutar.